Soledad Difabio siempre tuvo claro que su futuro estaba ligado a la ginecología. Oriunda de Catriel, cuando llegó el momento de estudiar sólo quedaba buscar un lugar posible. La vocación ya estaba definida hace rato. Mientras analizaba estudiar ginecología en la capital de Mendoza, se abrió la carrera de Licenciatura en Obstetricia en la localidad de San Rafael, en Mendoza. “Fue justo. No quería ir a Mendoza capital y fue una gran opción”, cuenta.

Aunque muchas veces durante el camino se duda de la elección, no fue el caso de Soledad. “Cuando hice las primeras prácticas mientras estudiaba, estaba fascinada. Me sentía muy cómoda”, cuenta. Tras recibirse, regresó a su ciudad natal y al poco tiempo, decidió contactar a la Fundación Baylor Argentina, atraída por la posibilidad laboral y profesional pero, además, la connotación humana que conllevaba.

Así, a mediados de 2021 comenzó a realizar atenciones en Rincón de los Sauces en lo que fue la expansión de servicios de la Fundación en esa localidad, gracias al aporte de su socio fundador y principal sponsor Chevron.

“Cuando llegué, al principio fue duro porque era una ciudad nueva, no conocía a nadie y tenía algún temor de si me iba a poder adaptar o no. Pero me encontré con un montón de amigos y amigas. Y en lo profesional siempre me sentí muy cómoda. Hay un compañerismo espectacular de trabajo en Rincón. Durante las primeras semanas me fui adaptando a cómo trabaja el hospital, mis compañeras y evaluar la mejor forma para articular con ellos. Pero, desde un principio, me encontré con profesionales y compañeros con buena predisposición para colaborar. Me encanta estar acá”, describe.

La Fundación Baylor Argentina realizó, desde 2021, 1.453 atenciones ginecológicas y obstétricas, siempre gracias a un trabajo articulado con el hospital de Rincón de los Sauces. “Cuando empezamos -y actualmente también- había mucha demanda y tratamos de responder y colaborar con el sistema de salud”, agregó Soledad. Desde la Fundación se trabaja de forma articulada con las atenciones a sus pacientes, a través de la atención pediátrica, obstétrica y nutricional. “Es muchísimo. Yo tengo muchos casos de embarazadas con sobrepeso o con diabetes y trabajar en conjunto facilita muchísimo las cosas. Yo vea a la paciente y, rápidamente la atiende también la nutricionista de la Fundación y esa atención de calidad hace la diferencia”, explicó. Además, destaca que la misma situación se da gracias a trabajar en conjunto y en forma articulada con el hospital local. “Si detectamos algún caso específico, como una adicción o desnutrición, automáticamente trabajamos junto al servicio Psicosocial del hospital y nos ponemos a disposición para colaborar”, dijo.

Entre otros aspectos, Difabio enfatiza en la importancia de no sólo brindar una atención médica de calidad sino la contención que puede brindarse desde el aspecto humano. “Para mí, el contacto con el paciente ni queda sólo en la consulta, siempre tratamos de ir un poco más allá. Nuestras pacientes muchas veces nos cuentan cosas, sus historias, y eso nos permite detectar algunas cosas. Siempre sacamos cosas positivas”, dijo. Y agregó: “Nuestra organización nos permite siempre dar respuesta con los turnos en un cortísimo plazo y eso es muy positivo porque la gente no puede esperar días o semanas para una receta o un control. Nos agradecen mucho la atención porque siempre se van de nuestros consultorios con alguna solución”.