Belén Opazo llegó a Añelo, junto a su pareja, hace cinco años. Tiene 32 años y vivió en Cinco Saltos, Río Negro, hasta que una oportunidad laboral fue la excusa para concretar el cambio que “necesitaban”. En Añelo se casó y, al poco tiempo, llegó la noticia de que Zoe venía en camino.

“Todo el control del embarazo lo tuve en el hospital de Añelo con la obstetra de la Fundación Baylor Argentina”, cuenta Belén. El embarazo fue normal y los controles así lo indicaban. De hecho, Zoe se rehusaba a salir y, a las 42 semanas, ya no hubo más tiempo. Fue un trabajo de parto difícil, estuve internada un día antes porque no se movía y finalmente tuvo que ser cesárea. Zoe pesó 3.800 kilos y nació el 4 de noviembre de 2020.

Rápidamente comenzaron los controles del niño sano, a través de uno de los programas que implementa la Fundación Baylor Argentina, gracias al apoyo de su socio fundador y principal sponsor Chevron, en Añelo. “Los hice siempre acá. Tuve la bendición de que fuera Javier Mozzi porque a ella le apareció un problemita en el corazón. Cuando me dieron el alta se agitaba mucho y no se alimentaba bien. La mamadera no la tomaba porque dormía mucho, costó alimentarla”, cuenta.

“La veo en los controles desde el nacimiento y detectamos un soplo cardíaco. Hacemos un diagnóstico de cardiopatía congénita con el ecógrafo del hospital”, explica Mozzi, pediatra y cardiólogo infantil de la Fundación.

os controles y el seguimiento fueron mes a mes para ver cómo se desarrollaba porque a Zoe le costaba subir de peso. Belén cuenta que tuvo que estar muy pendiente de cómo respiraba y detectar si se agitaba mucho. “Hasta el año tuvimos muchísimos controles”, cuenta Belén. Y agregó: “El mes pasado, cuando cumplió su primer añito, fuimos al control y se cerró lo que tenía que cerrarse. Por suerte se alimenta muy bien. Nosotros estábamos muy preocupados”.  “Nosotros continuamos con los controles hasta que se cerró y se fue sola esa cardiopatía”, cuenta Javier Mozzi.  

El programa de Control del Niño Sano de la Fundación Baylor Argentina busca evaluar y controlar el desarrollo del niño según las variables correspondientes de peso, conducta social y condiciones de aprendizaje. Durante 2021 se realizaron 556 controles de niños sanos y, desde 2017, ya se hicieron 4.256 controles.

Belén destacó la atención recibida por la Fundación Baylor Argentina durante el proceso que vivió con los controles. “Estuvieron atentos a todo, el control del pediatra es muy minucioso y atento. Y todo el trabajo de las chicas de gestión de turnos, de las respuestas por Whatsapp, los llamados. Es un equipo muy lindo el que tienen. Yo estoy muy agradecida por cómo trabajan, son muy humanos y hacen todo para que el paciente esté cómodo y esté bien. Y uno se siente muy bien”, contó. Y agregó: “Yo con mis amigas inicié una cadena porque muchas tuvieron a sus hijos recientemente y les aconsejo que los lleven al control del niño sano de la Fundación. Y todas están igual de contentas que yo”.