Tras toda una vida en en Coronel Dorrego, Cintia Madrid decidió cambiar de geografía. Atrás quedaron esos paisajes típicos de los pueblos bonaerenses para llegar al nuevo destino y camino en la vida: Añelo. Su marido lleva dos años trabajando en la localidad neuquina y la vida a distancia se hacía cada vez más compleja. Por eso, pese a las dificultades, Cintia tomó la decisión.
Sin embargo, más allá de dejar toda su historia detrás, fue una decisión aún más difícil porque su hija Milagros, de 16 años, cursaba su séptimo mes de embarazo. “Ella ya vino con su panzota. En Coronel Dorrego quedó su médico y sus controles. Fue un cambio muy grande para todos, pero para ella más. Empezar con algo todo nuevo y a la altura que estaba del embarazo”, contó Cinthia.
Es por eso que destaca la atención y el cuidado recibido por la Fundación Baylor Argentina en un momento complejo y lleno de incertidumbre, tanto para Milagros como para la propia Cintia. “Me encantó el trato recibido ya desde el primer día, que no sólo me permitieron acompañar a mi hija en todo momento sino que me agradecieron y valoraron el apoyo que yo le daba en todo momento. Siempre me dijeron que era fundamental el apoyo de la mamá para Milagros”, explicó.
El programa de Cuidado prenatal de la Fundación Baylor Argentina busca reducir los riesgos de complicaciones durante el embarazo tanto para la madre como para el niño. Las actividades incluyen nutrición, orientación, control de la presión, control de la diabetes y también la capacitación de los trabajadores de la salud para reconocer los signos de alarma de las complicaciones más comunes. Agradecemos el aporte de nuestro socio fundador Chevron y el aporte de YPF para llevar adelante estos programas de Salud en Añelo, Rincón  de los Sauces y Ciudad Industrial.
“Era un momento muy complejo. No sólo por lo de Milagros sino porque ella y su hermano Bautista, de repente, tenían a su papá lejos, con toda la dificultad de quedar separados de él. Y yo acá no conocía a nadie. En mi pueblo me conocían todos. Acá no tenía ni un conocido siquiera. Por suerte, llegué a Añelo un viernes y el lunes ya teníamos turno para que Milagros se pudiera atender con Jimena (Azzaro), la obstetra de la Fundación”, explicó.
En aquel momento, hace seis meses, la familia se radicó en La Meseta (hoy están viviendo en la zona céntrica) y comenzaron a atenderse en la salita del barrio con la especialista de la Fundación Baylor Argentina. “Jimena me encantó desde el primer día. Una atención buenísima. Además, tuvo gestos hermosos. Nos cambió la libreta del embarazo en el mes siete porque no se parecen en nada la de Buenos Aires con la de acá. Y ella pasó todos los datos, uno por uno, desde el primer control hasta el último para dejarla la libreta bien completa. Y después arrancó de cero, hizo todos los controles, las medicaciones, nos dio se celular por cualquier problema o duda. Increíble”, relató Cintia.
Cintia sentía mucho temor de no poder acompañar a su hija en todas las instancias de su proceso, pero por suerte siempre pudo hacerlo. “Yo fui mamá joven y sé lo que se siente. En mis embarazos no tenía miedo, pero con Milagros llegué a tener terror durante todo el embarazo”, cuenta. Cuando llegó el momento del parto, Milagros fue derivada en ambulancia a Cutral Co, donde nació Valentino Nicolás con 3,470 kilos.
“El miedo nuestro era que me dejaran pasar en el parto con ella, queríamos estar juntas. Y desde que llegamos a Cutral Co, ese miedo se disipó. La atención en Cutral Co fue espectacular. No sabes como la trataron a ella. Con mucho cariño, comprensión, me dejaron acompañarla en todo momento. Es más, me pedían que no la deje sola en ningún momento”, dice Cintia. “Cada media hora me preguntaban cómo me sentía, qué necesitaba”, agrega Milagros.
Hoy, la realidad de Añelo suele encontrar a Jimena, la obstetra de la Fundación con el pequeño Valentino que va a sus controles del niño sano con Javier Mozzi, uno de los pediatras de la Fundación. “Me encantaron ambos, no sólo la obstetra sino también el pediatra”, dice Milagros. E irrumpe Cintia. “Sí, sí. Vino re contenta cuando conoció a Javier. Me contó todo lo que le explicó, el detalle, todo. Estaba re contenta”, dice.
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After a life in Coronel Dorrego, Cintia Madrid decided to have a change. The typical Buenos Aires landscapes were left behind to start a new life style in a new destination: Añelo. Her husband had been working in the southern location for two years and life at a distance was becoming increasingly difficult, so Cintia made the decision in spite of the existing obstacles.

In addition to leaving their lives behind, it was even more difficult as her daughter Milagros, 16, was seven months pregnant. “She came here with her huge belly. Her doctor and screening possibilities stayed there, in Coronel Dorrego. It was a drastic change for of us, and it was even worse for her. She had to start from scratch, being 7-month pregnant,” Cintia said.

Therefore, she points out Fundación Baylor Argentina’s services and care, in times when both Milagros and Cintia herself felt quite anxious. “I really liked the way they treated us, allowing me to be with her at all times, and permanently encouraged me to support her. They explained me that my support was essential and important for Milagros,” she explains.

Fundación Baylor Argentina Pre-Natal Care Program aims to reduce risks and complications during pregnancy both for the mother and child. Services include nutrition counselling, advice, blood pressure tests, and diabetes control. Fundación also offers training to health workers so that they are able to detect alarm symptoms of most usual complications. All Fundación’s works are possible thanks to the contributions of their funding partner, Chevron, and contributions from YPF, which are necessary to continue running health programs in Añelo, Rincón de los Sauces and Ciudad Industrial. 

“It was a very complex moment. Milagros and her brother, Bautista, had their father far away and suffered being apart. They knew nobody here. We used to know everybody in our town. We had no one to turn to here. Luckily, I arrived in Añelo on Friday and on Monday I had an appointment for Milagros to see Jimena (Azzaro), Fundación’s obstetrician,” she explains.

At the time, six months ago, the family settled in La Meseta (today, they are living downtown) and started to go to the health center in the neighborhood and see the expert of Fundación Baylor Argentina. “I liked Jimena from the moment we saw her. She was excellent. She also did things that surprised us. She changed Milagro’s pregnancy control card on her 7th month, because they are different from cards in BA. She transcribed all the information, every detail, one by one, until Milagros’ card was complete. Then, she started again and ordered all the screenings necessary, controlled the necessary medication and gave us her phone number so that we could contact her if we needed it. Incredible,” Cintia says.

Cintia was afraid of not being able to be with her daughter during the whole process, but she could. “I became a mum when I was very young and I know how it feels. I was afraid during my own pregnancies, but I was terrified during Milagros’,” she says. When labor started, Milagros was referred to Cutral Co, where Valentino Nicolás, 3.470 kilos, was born.

“We were afraid of not being able to be with during labor and delivery, we wanted to be together. That fear disappeared the moment we arrived in Cutral Co. Health care and attention there was awesome. She was treated very kindly, I was able to be with her at all times. What is more, they asked me to be with her at all times,” Cintia says. “Every half an hour they asked me if I needed anything,” Milagros adds.

Today Jimena, Obstetrician from Fundación, meets little Valentino when he goes to his well-child screenings in Añelo with Dr. Javier Mozzi, one of Fundación pediatricians. “I like them both, the obstetrician and the pediatrician,” says Milagros. And Cintia adds. “Yes, she was very happy after she met Javier. She told everything he had told her in detail. She was really happy,” she says.