Pocas personas conocen tanto a sus comunidades como las docentes y directivos de un colegio. Lorena Fuentealba es la vicerrectora titular y la directora interina de la escuela 346 de la localidad de Rincón de los Sauces. Emplazada en el barrio Oeste, tiene una población de casi 600 alumnos que provienen de familias que sufren mucha vulnerabilidad. “Más aún en este contexto de pandemia. Viven situaciones económicas acuciantes, muchos no tienen trabajo estable y viven del día a día, algunos incluso a través de planes sociales”, explica Lorena.
En este contexto, surgió la posibilidad de realizar controles visuales y nutricionales a los niños y niñas del colegio, a través de la Fundación Baylor Argentina, gracias a su socio fundador Chevron y el aporte de Tecpetrol. “Desde la Fundación conocían la situación de la escuela y el difícil momento que vivimos. La verdad que festejamos mucho esta oportunidad y haber podido ser el nexo entre los alumnos y la Salud, básicamente.
“Como estábamos en un proceso de bimodalidad, hablamos con las familias a través de Whatsapp para contarles la propuesta y la verdad que fue una oportunidad única. Algunos docentes ya habían detectado dificultades en la visión de muchos alumnos, por lo que priorizamos a esos niños y niñas”, explicó Lorena. Muchas familias ya conocían la situación visual de sus hijos e hijas, pero por los problemas económicos y las dificultades para acceder a un especialista, aún no habían podido llevar a sus hijos a un oftalmólogo. “Era la oportunidad justa para nosotros de convocar a estas familias que sufren estas dificultades”, agregó Lorena.
Las acciones, muchas veces, esconden pequeñas historias de cómo se puede modificar la vida y la salud de alguien rotundamente a través de estas acciones. Una de esas historias es la de dos hermanitos de la escuela 346 (uno que va a tercer grado y otro a sexto) que sufren problemas visuales. Su familia tenía conocimiento de esto, se lo informó a la maestra pero no habían podido resolver la situación debido a lo que significa económicamente hacer frente a la compra de anteojos para sus hijos. Cuando surgió la información de la actividad, la escuela los anotó para ser parte. Sin embargo, contrajeron Covid 19 y tuvieron que estar aislados. Pese al mal momento, tenían la preocupación de no poder formar concurrir a la actividad y que sus hijos no puedan ser evaluados por los especialistas. Afortunadamente, contaron los días y consiguieron el alta epidemiológica el día anterior, por lo que pudieron ser evaluados durante la actividad.
“Esta familia vive de planes sociales y se la rebuscan vendiendo tortas fritas. Fue una oportunidad única para ellos. Las familias son muy agradecidas por estas chances de poder acceder a los controles. No es algo que se da todos los días. No hay especialistas, pagar los anteojos es muy complejo y esto significa llevar mas salud a cada hogar”, dice Lorena.
La visión de Lorena se torna fundamental en el conocimiento de su comunidad y, como ella misma dice, transformarse en un nexo entre sus alumnos y la salud. Tiene 43 años y, desde los 28, trabaja en la escuela 346 de Rincón de los Sauces.  Empezó como maestra de sexto grado y en 2019 titularizó su cargo como vicerrectora titular del establecimiento.
Oriunda de Zapala, emigró hacia Varvarco, en pleno norte neuquino, para ser maestra de una escuela rural. “No encontraba más que suplencias cortas y surgió esa oportunidad. Estuve dos años y medio y me encantó. De hecho, me costó mucho venir a Rincón de los Sauces, a una localidad más grande. La gente allá es hermosa, muy humilde, muy amable”, cuenta. Para viajar desde Zapala a Varvarco, muchas veces demoraba más de nueve horas para llegar “a dedo”. “Nos costaba mucho todo, salíamos a dedo y volvíamos a dedo”, agrega.
Hoy, establecida junto a su familia en Rincón de los Sauces, es la referente de una comunidad educativa que formó parte de la actividad que se realizó por parte de la Fundación Baylor Argentina, gracias a los aportes de Chevron y Tecpetrol. En total, se realizaron 120 controles oftalmológicos y nutricionales a niños y niñas menores de 14 años que concurren a la escuela 346.
Desde 2018, el programa de Salud Ocular que la Fundación Baylor Argentina realiza en Rincón de los Sauces, Añelo y Ciudad Industrial en Neuquén ya realizó 2166 controles visuales a niños y niñas. El programa forma parte del plan de acción que la Fundación Baylor desarrolla con el objetivo de detectar patologías a tiempo. El control de vista pediátrico es una herramienta esencial para la detección temprana y la prevención de pérdida de visión en niños
Según la Organización Mundial de la Salud, entre el 15 y el 20% de los niños en edad preescolar tendrán dificultades que, de no ser tratadas, podrían interferir con el adecuado desarrollo de la agudeza visual y el desarrollo intelectual. Además, los controles permiten detectar en forma temprana síntomas de reducción de la visión o situaciones aún más graves. El programa de la Fundación busca reforzar estrategias de prevención y detección temprana de problemas visuales como la miopía, la retinopatía o las cataratas, siguiendo las recomendaciones actuales de la OMS.

Lorena, Headmistress of school 346, Rincón de los Sauces

Few people know their communities as much as teachers and school authorities. Lorena Fuentealba is the Head Vice-mistress and Sub Headmistress of school No. 346 in Rincón de los Sauces. Located in a neighborhood in the West, it has almost 600 students who live in vulnerable conditions. “This is even worse within this pandemic. They are living difficult economic times, they don’t have a stable job, and just live day by day, some even receive state assistance,” Lorena explains.

In this context, we had the chance to offer visual and nutritional screenings to school children through Fundación Baylor Argentina, thanks to its founder Chevron, and the contribution of Tecpetrol. “Fundación knew about the school situation and the difficult times we are living. We really welcomed the opportunity and the possibility of being a link between our students and the health sector, basically.

“As we were following a mixed teaching scheme, we talked to the families on Whatsapp to tell them about the proposal and the truth is that it was a unique opportunity. Some teachers had already detected sight difficulties in some students, and they were the priority,” Lorena explained. Many families already knew about the sight deficit in their children, but given some economic problems and difficulties to access an expert, they couldn’t schedule an appointment with an ophthalmologist. “It was our opportunity to call families experiencing these difficulties,” Lorena added.

Actions sometimes hide stories of how they impact someone’s life and health. One of those stories is that of two brothers who attended school No. 346 (one going to 3rd and other going to 6th grade) with sight deficit. Their family knew about that and had informed the teacher, but given the impossibility to afford glasses for their kids, there was no solution. When the information about the activity was released, the school authorities registered them to be part of it. However, they got sick with COVID-19 and they were isolated. They were worried about not being able to be part of the activity for their children to be assessed by experts. Fortunately, they were discharged the day before and they could participate in the activity.

“This family live on state assistant and sell doughnuts to earn a living. It was a unique opportunity for them. Families really thank the possibility of accessing these screenings. It’s not something that happens every day. There are no experts, and paying for the glasses is difficult. So, this action means taking health nearer homes,” Lorena says.

Lorena thinks it is essential to know the community and, in her words, becoming the link between her students and the health sector. She’s 43, and has worked in School No. 346 since she was 28, in Rincón de los Sauces. She started working as 6th grade teacher and in 2019 she became the Vice-headmistress of the school.

She was born in Zapala. Then, she went to Varvarco, in the north of the province, to become a rural teacher at school there. “But I only found short-time positions and then this opportunity came. I was here for two years first and I loved it. In fact, it was difficult for me to come to Rincón de los Sauces, a bigger location. People there is nice and lovely”. To go from Zapala to Varvarco, I sometimes took more than nine hours, we “hitchhiked”. “Everything was hard to get, we hitchhiked to come and to go,” she added.

Today, settled with her family in Rincón de los Sauces, she is the referent of the educational community and participated in the activity organized by Fundación Baylor Argentina, thanks to contributions made by Chevron and Tecpetrol. In total, there were 120 ophthalmological and nutritional screenings in children under 14 who attend School No. 346.

Since 2018, the Eye Health Program Fundación Baylor Argentina is running in Rincón de los Sauces, Añelo and Ciudad Industrial in Neuquén has conducted 2166 sight screenings in children. The program is part of the action plan Fundación Baylor is developing in order to early detect pathologies. Pediatric sight screenings are a tool to early detect and prevent sight loss in children.

According to the World Health Organization, between 15 and 20% of the children in pre-school age will present pathologies that, if untreated, might interfere in the adequate development of visual acuity and intellectual skills. In addition, sight screenings help detect sight loss symptoms or more serious situations. Fundación’s program aims to reinforce prevention strategies and early detect sight deficit conditions such as myopia, retinopathy or cataracts, following the current recommendations of the WHO.