Muchas de las historias de los agentes sanitarios de los parajes neuquino parecen estar unidas. Es que Osvaldo Muñoz, agente sanitario del paraje Aguada San Roque, también nació, creció en un puesto y conoce la realidad de los puesteros en primera persona.
Allá por la década del ’80, el paraje Aguada San Roque comenzó a construirse alrededor de la escuela primera. Esa misma a la que concurrió Osvaldo y pudo finalizar sus estudios primarios. “Todos veníamos desde el campo a la escuela, no era un pueblito aún. Había dos o tres casas al lado de la escuela de crianceros que se vinieron al lado del establecimiento educativo”, cuenta Muñoz. Con el tiempo, esas dos o tres viviendas se fueron multiplicando hasta lo que hoy es Aguada San Roque, ubicado a 65 kilómetros de Añelo y 165 de la capital neuquina.
Osvaldo nació en una familia numerosa de puesteros, en un puesto ubicado a dos kilómetros del pueblo. Si bien pudo terminar la primera, la secundaria fue una misión mucho más compleja. “Y, había que cuidar los animales”, relata.
Al llegar a la mayoría de edad, Osvaldo decidió salir a trabajar y vivir por sus propios medios y vivió un año en Añelo, en el que hizo de todo. Pero luego volvió, comenzó a trabajar en la comisión de fomento de Aguada San Roque y, al poco tiempo, le propusieron ser agente sanitario.
“Yo tenía mucho diálogo con los puesteros y eso provocó que me surgiera esta posibilidad. Cuando me lo propusieron, me gustó mucho la idea porque te permite tener mucho diálogo con la gente y estar en conexión, que es lo que a mí me gusta”, cuenta. Y agrega: “Es un muy lindo trabajo que no lo cambiaría por nada. La conexión con la gente es increíble, le conoces toda su vida, ellos te cuentan, uno puede estar, es muy bueno”.

El programa de Salud Rural de la Fundación Baylor Argentina permite acercar los servicios básicos de Salud a cada una de las familias que viven en comunidades distantes y con difícil acceso a los centros de salud. Desde 2018, gracias al aporte de nuestro socio fundador Chevron e YPF, ya se realizaron 260 consultas médicas con el objetivo de mejorar la salud de esta población a través de la promoción y prevención.

Ser agente sanitarios en los parajes del Interior neuquino también implica el esfuerzo físico de recorrer kilómetros y kilómetros entre cada puesto. En el caso de Osvaldo, los tramos los realiza desde más de 10 años en una moto. “Los veranos se soportan, pero los inviernos se ponen muy duros. Los primeros años con la moto iba bárbaro, pensaba que no me bajaba más, pero ya ahora el cuerpo lo siente”, relata. Además del frío, muchas veces la moto se descompuso en el medio del campo y sin señal de celular para pedir ayuda. “Quedás ahí, en el medio de la nada y te la tenés que rebuscar para llegar a algún lugar con señal para que te vayan a buscar”, indicó.
En este contexto, Osvaldo destaca la llegada de la Fundación Baylor Argentina, a través de sus diferentes programas de salud a la zona de Añelo y parajes de influencia. “No tengo más que palabras de agradecimiento con Baylor. Siempre están a disposición de lo que necesites preguntar, todos. Nunca tienen problema”, dijo. Y agregó: “Fue una solución genial para nosotros. Antes no teníamos especialistas, sólo médicos generalistas. Los puesteros siempre nos consultan cuando vienen los médicos a visitar los puestos, especialmente la neumóloga. Ojalá Baylor siga con nosotros porque es fundamental. Espero que no se vayan nunca”, finalizó.

Osvaldo, the ride, the cold and offering health to post holders

Many stories told by health agents in small locations in Neuquén share features. The thing is that Osvaldo Muñoz, health agent at Aguada San Roque, was born and raised at the post and know the reality of post holders in person.

Around the ’80s, the location of Aguada San Roque started to grow around the first school. That was the school Osvaldo went to and where he completed primary school studies. “Everyone came from farms to the school, it was not yet a small location. There were two or three houses next to the school, farmers who came to live next to the said school,” Muñoz tells. With time, those 2 or three houses multiplied and originated what Aguada San Roque is today, located some 65 km from Añelo and 165 km from the capital city of Neuquén.

Osvaldo was born in a family of post holders, in a post located two km from the town. Although he could finish primary school, secondary school was a different story, more complex. “We had to take care of the animals,” he tells.

When he became an adult, Osvaldo decided to go to work and live on his own. He lived in Añelo, and he did everything he could. But he came back, and he started to work at the local Government in Aguada San Roque and, soon after, he was offered the possibility to be a Health Agent.

“I talked a lot to post-holders and that gave me this possibility. When I got the offer, I really liked the idea because it really helps you connect to people, which I like a lot,” he tells. And he adds: “I love my job, I wouldn’t change it. Connecting with people is unbelievable, you know their lives, they tell you, you can be there for them, it’s a good thing”.

The Rural Health Program of Fundación Baylor Argentina allows providing basic health services to each family living in a remote community and with difficult access to health centers. Since 2018, thanks to the contribution of our founding partner Chevron and YPF, there were 260 medical consultations aimed to improving population’s health through promotion and prevention.

To be a health agent in locations in the interior of the country also implies a physical effort to travel dozens of kilometers separating each post. In Osvaldo’s case, these journeys have been on his motorbike for over 10 years. “Summers are easier, but winters can be tough. At first, I thought I would never stop riding, but now my body feels it,” he tells. Besides the cold, sometimes the motorbike breaks down in the middle of nowhere without signal to ask for help. “You’re there, in the middle of nowhere and you have to get to a place where there is signal so that someone can come to  help,” he remarks.

In this context, Osvaldo points the arrival of Fundación Baylor Argentina, through different health programs in the area of Añelo and surrounding areas. “I can only thank Baylor. They are always ready to give a hand, everybody. There’s never an excuse,” he says. And he adds: “It was a great solution for us. In the past, we had no specialists, only general doctors. Post holders always ask when the doctors are coming to visit the posts, in particular, the pneumonologist. I hope Baylor can stay working with us, because they’ve become essential. I hope they can stay forever,” he concluded.