Emilia Velázquez y su marido llegaron a Rincón de los Sauces hace poco más de 17 años en busca de trabajo. Tienen dos hijas, Rocío de 19 y Sofía de 10, que acaba de pasar a quinto grado.

Sofía, la más pequeña de la familia, comenzó hace un tiempo a manifestar que tenía algunos inconvenientes para ver el pizarrón si se sentaba muy lejos. “En mi casa también empezó a manifestar algunos inconvenientes. Yo aprovechaba cuando estaba el programa de preguntas y respuestas y le hacía preguntas. Ahí me dí cuenta que le costaba ver de lejos”, contó Emilia.

En este contexto, habló con la maestra de su hija, en la escuela 363 de esa localidad neuquina. “Ella me decía que no se había dado cuenta”, contó. Pocos días después y a través del cuaderno de comunicaciones, llegó la notita con el anuncio de que la Fundación Baylor Argentina iba a realiza el examen de agudeza visual para los alumnos de la escuela.

“Me dijeron que tiene astigmatismo. Al principio me angustié al verla a ella angustiada.  Por suerte, quiso probarse los lentes y los va a usar”, explicó Emilia. En pocos días, recibió sus anteojos en forma gratuita gracias al programa de Agudeza Visual que implementa la Fundación en conjunto con Tecpetrol.

En el programa de Salud Visual, el objetivo es identificar a los niños en edad escolar que tienen una discapacidad visual. Sin ese necesario diagnóstico, puede generarse un obstáculo para que puedan desarrollar en condiciones óptimas su educación. Además, también se pretende detectar a niños con problemas de visión graves y no identificados. En este contexto, aquellos niños a los que se les detectó algún inconveniente visual se los deriva para que sean evaluados por un especialista. Además, se les proporciona de forma gratuita los anteojos a los niños que no tienen cobertura médica.