Celia Guerrero es la mamá de Jeremías, un niño de 7 años que acaba de pasar a tercer grado y que cursa sus estudios en la escuela 363, de Rincón de los Sauces. A esa localidad llegó hace 25 años tras conocer a su marido, quien trabaja de camionero.
A principios de año, cuando Jeremías comenzó segundo grado, la maestra le comentó a Celia que veía que tenía los ojos irritados y que tenía inconvenientes para ver lo que ella escribía en el pizarrón. “En ese momento lo llevé al oculista y me derivaron a Neuquén, donde le diagnosticaron una deformidad en el ojo. Rápidamente me dijeron que tenía que usar urgente los anteojos”, contó Celia. Desde que empezó a usar los lentes, mejoró “muchísimo” su rendimiento escolar. “Aprendió a leer y todo”, explicó su mamá.
Debido a la complejidad de los anteojos, a la familia le costó mucho económicamente acceder a ellos. “Sólo los lentes de Jeremías cuestan lo mismo que los de mi hija y los míos”, explicó. Y, para colmo, se le rompieron. “Es re olvidadizo”, confiesa Celia. Ahora, a través del programa de Agudeza Visual de la Fundación Baylor Argentina, en conjunto con Tecpetrol, recibió los lentes que tanto necesita. “Es una bendición. Depende 100% de esos anteojos para todo”, contó Celia con alegría.
“Gracias a Dios, nos re salvaron. Es una lente especial, muy cara y la necesitábamos muchísimo. Quiero agradecer la atención que recibimos. El trato fue muy bueno y estamos muy agradecidos porque como papás estábamos muy preocupados por la situación”, dijo Celia.
En el programa de Salud Visual, el objetivo es identificar a los niños en edad escolar que tienen una discapacidad visual. Sin ese necesario diagnóstico, puede generarse un obstáculo para que puedan desarrollar en condiciones óptimas su educación. Además, también se pretende detectar a niños con problemas de visión graves y no identificados. En este contexto, aquellos niños a los que se les detectó algún inconveniente visual se los deriva para que sean evaluados por un especialista. Además, se les proporciona de forma gratuita los anteojos a los niños que no tienen cobertura médica.