Miguel Díaz es licenciado en enfermería y está a cargo del plantel del hospital de Añelo. Antes, cuando la atención se realizaba en el centro de salud eran 9 personas las que formaban parte del sector de enfermería. Hoy, tras la inauguración del nuevo hospital, son 36 personas.
Del total de enfermeros, 16 están realizado la capacitación del programa de Simulación que realiza la Fundación Baylor Argentina. Gracias al aporte de su socio fundador y sponsor mayoritario Chevron, se implementó desde el año pasado el programa educativo de simulación destinado a médicos y enfermeros. Se trata de la respuesta a la demanda de entrenamientos en emergencias pediátricas expresada por el personal de la institución y en respuesta, además, a la patología prevalente respiratoria actual.
“Cuando se inauguró este hospital, el plantel de enfermería estaba compuesto en un 90 por ciento por profesionales recién recibidos, que no tenían experiencia. Tenían los conocimientos, pero la practicaba no estaba”, cuenta Miguel. Y agregó: “Empezar la simulación e ir haciendo cosas modificó muchísimo nuestra realidad. Cambió la forma de actuar de los agentes ante una emergencia con un paciente. Quizá, en otro momento, hubiese sido distinto porque no tenían ese conocimiento. Incluso también cambió el entusiasmo”.
El curso de Simulación comenzó el año pasado y tiene su epicentro en el hospital de Añelo. “La verdad es que, desde que esto empezó, se recibió de una forma espectacular. La gente se prendió muchísimo en el sentido de la didáctica de las formas. Esto es totalmente fuera de lo común. Generalmente, lo que se hace en una capacitación es sentarse a escuchar. Esto de poder intervenir e ir aprendiendo, refrescar conocimientos o, incluso, alguno que teníamos que, pero que jamás lo habíamos puesto en práctica”, indicó. Y agregó: “El plantel se fue enganchando, aprendiendo y generó un efecto bárbaro porque los motivó a empezar a leer, a preocuparse por ver y conocer el material previo y a realizar un montón de cosas que antes estaban medio olvidadas”
La Provincia de Neuquén declaró como “fundamental” la capacitación propuesta por la Fundación “dado que el hospital de Añelo es un establecimiento de complejidad 3, inaugurado recientemente y que todavía se encuentra en proceso de organización y maduración como institución”. Así, a través de esta nota firmada por Alejandro Ramella, subsecretario de Salud de la Provincia de Neuquén, avalaron la realización del curso. “Compartimos que las ´tecnologías duras´ no hacen a la excelencia en la formación académica, sino que la incorporación de las ´tecnologías blandas´ propuestas a modo de taller y clases prácticas, aportan calidad y forjan las bases del conocimiento”, indicó en la misiva.
“En el día a día, tuvo un impacto muy grande. Especialmente porque se observa el crecimiento de la gente a la hora de trabajar, los conocimientos, la práctica y, claro, esto impacta fuertemente en el paciente también. Nos cambió la forma de actuar y, en paralelo, la relación con el médico que es nuestro compañero en la urgente y nuestro compañero al momento de actuar en ese contexto. Nosotros, hoy, podemos debatir con conocimiento cosas que antes no podíamos porque no las teníamos. Cambió muchísimo”, explicó Miguel
El plantel de enfermería del hospital de Añelo es personal fijo, aunque, sin embargo, hay una alta rotación del plantel de médicos. En este contexto, Miguel insiste en la importancia de contar con estas nuevas herramientas para “opinar, sugerir y trabajar a la par del médico”. “Tenemos el conocimiento de saber que lo hacemos está bien y eso está muy bueno y nos permite todo lo demás. Está demostrado que médicos que aceptan mucho la opinión de enfermería y, mucho más aún, si enfermería demuestra tener ese conocimiento”, indicó.
Para llevar adelante el curso, la Fundación Baylor incorporó un muñeco inteligente de simulación de última generación, que permite realizar las prácticas son el mayor realismo posible. “El tener un simulador real como es un muñeco te permite ver en la pantalla los signos vitales y que, si no haces lo que corresponde, ves como esos signos bajan. Lo tomás como una situación real. Las instructoras siempre nos repiten que somos nosotros los que estamos en las guardias. Nos motiva a practicar mucho porque ahí notamos todo, lo bueno y lo malo que tenemos. Y así corregimos un montón de cosas con estas prácticas innovadoras. Antes conocíamos el procedimiento sólo teóricamente pero ahora lo hacemos prácticamente en tiempo real con un simulador. Y ese estrés, esa ansiedad que te genera trabajar con el muñeco es muy similar a lo que es la guardia del día a día. No sólo llegas más seguro a la guardia, sino que te ayuda a estar más relajado al momento de intervenir en una urgencia”, dijo.
Además, relató con un caso concreto el impacto que el curso de Simulación tuvo en el plantel del hospital de Añelo. “Tuvimos un caso muy cercano en el tiempo. Llegó un paciente pediátrico con todos los síntomas de un cuadro de hipovolemia. Mis compañeros veían que estaba muy sudoroso, que desaturaba en su oxígeno en sangre y observaban un cuadro general que ellos pudieron visualizar gracias a la capacitación. Lo resolvieron de inmediato. En otro momento quizá no lo hubiesen hecho o hubiesen tardado más. Fue muy rápido todo. Quizá antes hubiesen esperado a que el médico imparta órdenes precisas. Acá ya sabían que tenían que hacer y tenían todo preparado y armado”, relató. Y finalizó: “Ellos están siendo replicadores con sus compañeros. Yo por ahí los escuchó y están hablando entre ellos, se explican y se ayudan. Replican lo que aprenden, por lo que el impacto es aún mayor a los que están concurriendo al curso de Simulación”.
Miguel Díaz is a graduated nurse and is in charge of the staff at Añelo Hospital. Before, when health care was provided at the Health Center, 9 people were part of the nursing sector. Today, after the opening of the new hospital, 36 people are working.
Of the total nurses, 16 are doing the Simulation-based training program ran by Fundación Baylor Argentina. Last year, thanks to the support of our founding partner and main sponsor Chevron, the simulation-based training program for doctors and nurses could be implemented. The program aimed to give response to the training in pediatric emergencies requested by the staff at the institution and to address the current prevailing respiratory pathology.
“When this Hospital opened, the nursing staff was made up of 90% of recently graduated professionals, with little experience. They knew the theory but they didn’t have the necessary practice,” says Miguel. And he added: “Starting with the simulation on a hands-on fashion changed our reality dramatically. It changed the way agents assisted in an emergency with a patient. It might have been different before because they did not have the knowledge. It even changed motivation levels.
Simulation training started last year with its epicenter at Añelo hospital. “Since start-up everyone has been very welcoming about it. People started paying more attention to the way in which health care was provided. This is uncommon. In general, people attend training sessions and just sit and listen.
Hands-on practice in addition to possibilities to learn, update or even practice something we knew but never had the chance to work on is positive,” he said. And he added: “The staff started to participate more, learn more and this motivated them to start reading material, research and review things they had quite forgotten.”
The Province of Neuquén declared the training offered by Fundación “essential” as “Añelo hospital is a level 3 complexity institution, recently opened and still undergoing its organization process and tunning institutional operations.” Therefore, the course was endorsed through a letter signed by Alejandro Ramella, Health Under-secretary of the Province of Neuquén. “We agree on that, hard skills do not necessarily make excellent professionals, and that the addition of soft skills through workshops and practical lessons contribute quality and improve the knowledge base,” the letter goes.
It really had an impact on everyday tasks. The benefits are noticed in people’s greater confidence at work, thanks to further knowledge and practice and, of course, it directly benefits patients. We act differently now and this also changed our relationship with doctors, our partners facing emergencies and our partners in that scenario. Today, we can base our arguments on knowledge we now have. It really changed the whole thing,” Miguel explains.
The nursing staff at Añelo Hospital is quite stable; however, doctor’s staff’s turnover is high. In this context, Miguel insists on the importance of counting on new tools to be able to offer “opinions, suggest and work hand-in-hand with the doctor.” “Now we know that what we do is correct, and that is good and makes things easier. Doctors are now more willing to accept the nurses’ opinions, and even more if nurses show they are knowledgeable,” he adds.
In order to carry out the course, Fundación Baylor incorporated an intelligent, latest-generation simulation doll, which enables conducting practices in the most realistic scenario possible. “Having a real simulator as this doll allows trainees to see the vital signs on the screen and, if you don’t do the right thing, those vital signs go down. The situation seems very real. Instructors keep telling us we are the ones in the ER. We are highly motivated to practice because we notice everything there, good and bad things. Therefore, we are able to correct many moves with these innovative practices. Before we only knew the theory of the process, now we practice the moves in real time with a simulator. And the stress and anxiety of working on the doll is quite similar to the sensation experienced in the ER, day after day.
Therefore, we are more confident when we are on, and we are calmer in emergency cases,” he said. In addition, he narrated a concrete case which depicts the impact of the Simulation course on Añelo Hospital staff. “We had a case not long ago. A pediatric patient arrived with all the symptoms of hypovolemia. My partners noticed the patient was too sweaty, showed oxygen desaturation and could observe the general condition thanks to the simulation-based training. They solved the situation fast.
Sometime before the decision would have been different or slower. Everything was solved quickly. In the past, they might have waited for the doctor to give precise instructions. In this case, they knew exactly what to do and had everything ready and organized,” he tells. And finally added: “They are now multipliers among partners. They share experiences and speak about cases, they help each other. They share what they learn and, therefore, the impact is higher, it exceeds those attending the Simulation course.”